Desiderata
Camina plácidamente entre el ruido y la prisa,
y recuerda que la paz puede estar en el silencio.
En la medida de lo posible y sin rendirte,
mantén una buena relación con todas las personas.
Di tu verdad tranquila y claramente
y escucha a los demás,
incluso al aburrido y al ignorante,
ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,
son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vanidoso o amargado,
porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia profesión,
por humilde que sea,
es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Ten prudencia en tus asuntos,
porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no dejes que la ceguera te impida ver que la virtud existe,
mucha gente lucha por altos ideales,
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente no finjas el afecto.
Tampoco seas cínico en el amor,
porque frente a toda aridez y desencanto,
es tan perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja en las adversidades repentinas.
Pero no te angusties con fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Mas allá de una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes el derecho a estar aquí.
Y esté o no esté claro para ti,
no dudes que el universo se desarrolla como debe.
Por lo tanto está en paz con dios,
cualquiera que sea tu idea de lo que sea él.
Y sean los que sean tus trabajos y aspiraciones,
en la ruidosa confusión de la vida,
mantén la paz en tu alma.
Con toda su farsa, penalidades y sueños rotos,
sigue siendo un mundo hermoso.
Cuídate. Esfuérzate por ser feliz.
(Max Ehrmann)
y recuerda que la paz puede estar en el silencio.
En la medida de lo posible y sin rendirte,
mantén una buena relación con todas las personas.
Di tu verdad tranquila y claramente
y escucha a los demás,
incluso al aburrido y al ignorante,
ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,
son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vanidoso o amargado,
porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia profesión,
por humilde que sea,
es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Ten prudencia en tus asuntos,
porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no dejes que la ceguera te impida ver que la virtud existe,
mucha gente lucha por altos ideales,
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente no finjas el afecto.
Tampoco seas cínico en el amor,
porque frente a toda aridez y desencanto,
es tan perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja en las adversidades repentinas.
Pero no te angusties con fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Mas allá de una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes el derecho a estar aquí.
Y esté o no esté claro para ti,
no dudes que el universo se desarrolla como debe.
Por lo tanto está en paz con dios,
cualquiera que sea tu idea de lo que sea él.
Y sean los que sean tus trabajos y aspiraciones,
en la ruidosa confusión de la vida,
mantén la paz en tu alma.
Con toda su farsa, penalidades y sueños rotos,
sigue siendo un mundo hermoso.
Cuídate. Esfuérzate por ser feliz.
(Max Ehrmann)
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